Carta desde Mozambique.
A los miembros de la Fundación MSA
Estimados (as):
Espero que se encuentren bien. Les cuento brevemente sobre mis Visitas en la Provincia de Inhambane.
La primera Misión que visité se llama Muvamba, desde el día 6 al 11 de noviembre, que está en la responsabilidad de los padres y hermanas religiosas Redentoristas (misioneros argentinos). Ellos realizan un trabajo fabuloso desde hace muchos años, en cuyo lugar hay diversas necesidades. En esta Misión estamos haciendo llegar nuestra ayuda, para el desarrollo de una huerta y una granja de animales, con el objetivo de apoyar en el sustento alimentar de 45 jóvenes en sistema de Internado. Ellos son acogidos por la comunidad misionera, para que puedan estudiar en la Escuela Secundaria de dicha Localidad de Muvamba, durante el año escolar.
El centro Agropecuario es esencial para su alimentación, pero aún así no resulta fácil, porque la tierra no es fértil; se produce periodistas de intensas lluvias que destruyen todo; y la invasión de animales en la huerta. Me parece que el desafío esencial es asegurar para los 45 jóvenes dos comidas diarias, porque en general sólo comen una vez por día, aproximadamente a las 14.00h y si queda algo del almuerzo, a las 19.00h. Es verdad que la huerta y la granja de animales es una gran ayuda, pero se ha hecho insuficiente por los motivos arriba indicados, y porque de 22 jóvenes iniciales en el año 2022, aumentó para 45 jóvenes este año 2024.
Desde Chile, nuestra Fundación debe buscar los recursos necesario para asegurar que estos jóvenes puedan estudiar y salir adelante, para que no desistan en los estudios por falta de medios económicos. Nuestro proyecto tiene un financiamiento de $2.500 USD dólares anuales.
La cuarta Misión que estoy visitando desde el día 14 de Noviembre, es una Centro de Formación para laicos de la Diócesis de Inhambane que queda en la Localidad de Guíua, ubicada distante a unos 12 km de la ciudad Capital de Inhambane (Sobre la 2da y 3ra Misión que visité les hablaré más adelante).
La parroquia tiene en este momento funcionando dos Escuelitas o Jardines Infantiles. La primera escuelita que vamos a llamar de la Playa, tiene 37 niños de 3 a 5 años, distante 15 km de la Parroquia (Guíua), y la segunda escuelita es San José, ubicada a la orilla de la carretera, que lleva a la ciudad Capital, distante a unos 6km de la Parroquia. Asisten 23 niños de 3 a 5 años. Ambas con semejante estructura de construcción: de materiales ligeros, pilares de madera y techo de chapas de zinc. Una de las escuelitas era la antigua capilla. Los baños de los niños podría decirse que son como Letrinas, pero la verdad es que no lo son. Alejadas a unos 50 m de la sala, están hechos de la unión de 4 latas de zinc en mal estado y que hacen las veces de un baño. Los niños en la sala tienen sillitas y mesitas plásticas adecuadas para su edad y un pizarrón viejo apoyado en el suelo. El piso de la sala es de cemento; y no tienen luz, ni agua potable ni de poso. Los profesores no tienen mesa de escritorio. Se ha improvisado una cocina de madera y zinc, pero nada y poco sirve, porque no se preparan colaciones. Los padres les envían algo de la casa para pasar la jornada. Las clases van desde las 8.30h a las 12.00h.
Estas dos escuelitas o Jardines Infantiles estamos ayudando desde el mes de agosto de 2024: compramos 2 estantes para cada escuela y se compraron unas latas de zinc para cubrir los techos. Con el dinero enviado desde la Fundación de $2.500 USD dólares anuales, se ayuda a la alimentación diaria y compra de materiales escolares. Las educadoras, que son tres, reciben un valor mensual que no llega ser un sueldo mínimo, y que dicho valor es aportado por los padres y apoderados de los alumnos.
En estos dos Jardines Infantiles debemos asegurar la continuidad en la alimentación, para que los niños reciban una colación diaria mientras estén en la escuelita y asegurar sus materiales escolares.
Agradecemos los aportes mensuales que hacen los padrinos, un compromiso permanente que permite llevar adelante estos proyectos. También la buena gestión en las campañas de ayuda solidaria de estos meses (octubre – noviembre 2024), destacando el apoyo de las parroquias por permitirnos sensibilizar sobre nuestro trabajo a la comunidad de los fieles Necesitamos que muchos más se unan a nuestro trabajo, para así dar mejor respuesta a las necesidades urgentes del Internado de Muvamba y de las dos Escuelitas de Guíua.
Les dejo la tarea, de sensibilizar a más personas para que se unan a nosotros.
Unidos en la oración, desde Mozambique – África.
Ricardo Cáceres Lamas
Presidente de MSA
Inhambane, 18 de noviembre, 2024