Reportaje de la BBC.
Desde el conflicto en Siria hasta las elecciones en Venezuela, la contigencia internacional ha tenido una presencia constante en la agenda del papa Francisco.
Ahora bien: no es nuevo que un Papa emita opinión sobre conflictos internacionales. «Más inusual son sus comentarios sobre economía», le comenta a BBC Mundo Michael Walsh, escritor y comentarista de asuntos católicos.
Y en su caso, destaca el fuerte discurso en contra de la pobreza y la desigualdad.
Con ocasión de la última cumbre del G8 realizada esta semana en Irlanda del Norte, Francisco le envió una carta al primer ministro británico y anfitrión de la reunión, David Cameron. «El fin de la economía y de la política es servir a los hombres, empezando por los más débiles», se leía en la misiva.
Ya previamente, en una de sus reuniones con embajadores de El Vaticano, el Papa había arremetido contra el sistema neoliberal actual, el cual denominó «la dictadura de una economía sin rostro».
«¡El dinero debe servir y no gobernar! El Papa ama a todos, ricos y pobres, pero el Papa tiene la obligación, en nombre de Cristo, de recordar que los ricos deben ayudar a los pobres, respetarlos, promoverlos», aseguró.
Varios diplomáticos se quedaron atónitos ante sus declaraciones y le pidieron a los asesores del Papa que le solicitaran ser más preciso en la crítica.
Francisco también se ha referido al tema laboral. Con ocasión del día del trabajador el 1 de mayo, el Papa habló duramente contra «el trabajo esclavo», tras el desastre ocurrido en Bangladesh al derrumbarse una fábrica llena de trabajadores.
«Lo que más me impacto es saber que vivían con menos de 38 euros al mes», dijo, para de seguido apostillar que este tipo de trabajo va «contra Dios».
www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/06/130619_100_dias_pontificado_papa_francisco_ch.shtml