Queridos amigos y amigas, hermanos y hermanas. El fin de semana pasado fue intenso: el viernes con un retiro con profesores en el Liceo Laura Vicuña de La Cisterna, sobre el Sistema Preventivo; en la noche, ya en Valpo. “camino con Jesús según Mateo”. El sábado un encuentro con agentes de pastoral de un decanato de Quilpué titulado “Encuentro con Jesús, en la Palabra”. Todo, por gracia de Dios, resultó para mí y por los reflejos de la gente, muy bueno, acompañado de un resfrío que iba saliendo, pero no del todo. La tarde del sábado, tranquila, toda en casa, me sirvió para ir dejando atrás el resfrío y para completar mi compartir semanal que el domingo en la mañana quedó listo para ser enviado…. Pero ahí, me agarró el vértigo del domingo, con dos misas en la mañana y con viaje a Santiago para los Ejercicios Espirituales… y ahí se quedó el compartir semanal sin enviar. Va como anexo de este compartir, en que empiezo a recoger la semana y meditar y orar el evangelio del próximo domingo, en la Casa de Retiro de Lo Cañas. Bien calefaccionada, pero que en algún descuido me dejé tomar de nuevo por el resfrío que ya estaba superando…y aquí sigo mi lucha. Animado por el Señor que justo en el día de hoy (jueves) me invita a encontrar alivio en su corazón paciente y humilde, de todas mis cargas que, después de todo, son suaves y ligeras.
El domingo viajé a Santiago mientras se definía el campeonato mundial. Me fui a la Casa Inspectorial para aprovechar el móvil que de ahí salía para Lo Cañas. Ahí supe que había perdido Argentina y Latinoamérica, que yo deseaba que ganara; pero había ganado la tómbola hecha por algunos profesores de Valpo. en que aposté por Alemania. Un consuelo. Así, empezó mi semana y mis ejercicios espirituales 2014, acompañados por el P. Juan José Bartolomé, conocido biblista, y además, secretario personal del Rector Mayor, Pascual Chávez, en su período de 9° sucesor de Don Bosco. Los EE son los mismos que el P. Bartolomé ofreció al Capítulo General, y se orientan a dar una base bíblica al perfil del salesiano que en dicho Capítulo se buscó profundizar: Místico, Profeta y Siervo. Me limitaré en esta recogida de la semana, a señalar la propuesta del P. Juan José y lo que más quedó resonando en mi de dicha propuesta.
El lunes, nos acercamos al sdb llamado a ser MÍSTICO, alguien que de efectivamente la primacía a Dios en su vida. A partir de Mt 3, 13-17, bautismo de Jesús, se valora como Jesús se hace solidario con los pecadores y como entre ellos, el Padre lo reconoce como su Hijo amado. Nuestra vocación nace de Dios que nos reconoce como Hijos en la medida que nos reconocemos, nosotros, necesitados de Dios, de su salvación. Para realizar la evangelización, necesitamos primeramente, ser y vivir como hijos en el Hijo. En la tarde, nos detenemos en el Espíritu que lleva, al hijo Jesús, al desierto para ser tentado (Mt 4,1-11). No basta ser “Hijo de Dios” necesitamos defender esa condición demostrando así que lo somos: porque alimentados por la Palabra de Dios; porque confiados y seguros de la cercanía del Padre, porque para el Hijo, sólo su Padre es adorable y nada vale más que Él.
El martes, en la mañana completamos el perfil del Místico, Hijo reconocido, probado y que tiene como única causa a Dios y su Reino. En el inicio del ministerio evangelizador de Jesús (Mt 4,12-17) me llega fuerte la proclama de Jesús: “Conviértanse, porque está cerca el Reino de los cielos”. Me conmueve el llamado a la conversión y la insistencia que hace el P. Bartolomé: “no porque seamos malos” sino “porque el Reino de Dios está llegando, siempre llegando en forma más plena y por eso necesita nuestra conversión creciente, para que hagamos espacio a su plenitud. En la tarde, entramos en el segundo rasgo del sdb: PROFETA DE LA COMUNIÓN FRATERNA. Después de explicar la reducción de la profecía a este aspecto, se nos invita a valorar como se hace comunidad escuchando la Palabra de Dios y haciendo su voluntad. Texto base es Mc 3,20-21. 31-35.
El miércoles se nos desafía a aprender a rehacer la comunidad, en la mañana, mediante la corrección fraterna (Mt 18, 15-20) y en la tarde, mediante el perdón (Mt 18, 21-25). Me deja muy impactado, algo no notado al leer estos textos: Jesús, se ocupa primero de la corrección del hermano, después de su perdón. Prima el interés de salvar al hermano caído y restituirlo a la comunión. Sin duda nos sale más fácil perdonar al hermano que ofende, que trabajar en su sanación. Ese esfuerzo, tiene el respaldo del cielo (lo que atares en la tierra….) y de la oración de Jesús, presente donde hay dos o tres unidos en su nombre para salvar al hermano extraviado.
El jueves entramos en la dimensión del sdb SIERVO de Dios para los jóvenes. En la mañana el texto base es de Mc 6, 30-44: la multiplicación de los panes, que sigue al ensayo misionero que han hecho los discípulos. Impactante para mi, el subrayado a la misión a que Jesús envía a sus discípulos. Como al volver, se re-encuentran con Jesús para referirle su experiencias, y como Jesús se les da como regalo “para pagar” el servicio hecho: Vamos a un lugar solitario a descansar. Necesitamos aprender que toda misión, hecha en nombre de Jesús, necesita finalizar reporteada en la oración ante Jesús…y teniendo en ese momento de intimidad, el mejor premio y descanso. Me acordé como mi hermano en el Patrocinio de San José, el P. Gustavo era tremendamente fiel a esta forma de misionar. Con razón, en él se dan muchos achaques de salud, pero no stress, ni “burn out”. Necesito reforzar esta dimensión de mi trabajo salesiano. Creo, con Juan José Bartolomé, que la calidad de nuestra misión crecerá en la medida que crezca el tiempo que demos a la oración personal ante el Santísimo. En la tarde, en base a Mt 18, 15-20. 21-35, se nos invita perdonar sin medida, 70 veces 7, en la medida que también nosotros somos perdonados por Dios.
El viernes damos especial espacio a María en nuestra vida. En la mañana, valorando a María en el proceso inicial de la fe de los discípulos. Muy valioso fue admirar como Jesús, a sus primeros seguidores, los saca del ambiente austero de Juan Bautista en el desierto y, tres días después los lleva a una fiesta de bodas en la que está también María. Crear un ambiente de fiesta y contar con la presencia de María es lo primero que estamos llamados a hacer, para iniciar a los jóvenes en la fe. En ese contexto María nos enseña a orar, presentando necesidad sin pautear a Jesús, y movilizando a los siervos para que “hagan lo que Él les diga”. Y así se produce el milagro y se abren a la fe en Jesús esos primeros discípulos. En la tarde el P. Bartolomé cierra invitándonos a ser “discípulos amados” de Jesús e “hijos de María”. Para ello, sin embargo, la condición es encontrarnos junto a la cruz. ¡Buen final para un retiro marcado por el desafío de la radicalidad en nuestra vida salesiana!
El sábado la rutina conocida: laudes, desayuno, compartir con el P. Inspector: temas centrales motivación a la celebración del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco; los desafíos de la reforma de la educación para nosotros; la necesaria renovación de la pastoral vocacional. La misa de clausura del Retiro y el almuerzo y rápida dispersión. Agradezco a los hermanos de La Cisterna, que me acercaron al metro 5….y aquí estoy, mirando la niebla sobre el mar, cerrando esta valiosa semana de EE.EE.
Vamos al encuentro de Mateo que estuvo bastante presente en la propuesta de nuestro predicador.